miércoles, 20 de mayo de 2009

Pin Up

Pin-up




Modelos Pin-Up de la revista Yank.

Pin-up es una modelo cuyas fotografías figuran, principalmente, en las portadas de las revistas o en calendarios, etc. La expresión "pin-up" se popularizó en los EE. UU. en los años 1940, y, luego, se fue haciendo popular internacionalmente. Con este nombre se conocen las fotografías o dibujos de chicas bonitas en actitudes sugerentes o incluso, nada más que con una sonrisa, saludando o mirando a la cámara fotográfica, etc. Su éxito fue tan rotundo que con el tiempo han llegado a influir en muchos terrenos, como el cine, la televisión, la publicidad, los cómics, etc.

Las pin-ups, en la actualidad (principios del siglo XXI), son generalmente modelos fotográficos, actrices de cine, cantantes, modelos de Alta Costura o Prêt-à-porter, etc. Es poco frecuente que una pin-up se dedique exclusivamente a eso.

El término pin-up puede referirse también a dibujos, acuarelas, cuadros u otros tipos de ilustraciones. El término empezó a ser de uso frecuente en inglés en 1941; sin embargo, el uso del término está documentado ya a finales del siglo XVIII. Las imágenes de pin-ups podían recortarse de revistas o periódicos o ser tarjetas postales o litografías. Las fotografías de pin-ups que aparecían en los calendarios estaban hechas para ponerlas en la pared, como un cartel.

Una de las pin-ups más populares fue Betty Grable. Sus fotos estaban en los armarios de muchos soldados durante la Segunda Guerra Mundial. Otras pin-ups eran dibujos, representando generalmente modelos de belleza ideal. Un temprano ejemplo fue Gibson girl, dibujada por Charles Dana Gibson. Hubo artistas especializados en este género, como Alberto Vargas y George Petty. Entre los autores de dibujos de pin-ups, figura también el dibujante y acuarelista estadounidense John Willie, más conocido en el género de la historieta erótica, por su obra Las aventuras de la dulce Gwendoline (The Adventures Of Sweet Gwendoline).

De las pin-up imaginarias, probablemente la más conocida sea Betty Boop, personaje creado por Max Fleischer.

Hasta los años 70, la mayoría de las pin-up fueron actrices cinematográficas. Pero a partir de esa década hubo también cantantes y modelos que fueron famosas como pin-up.

El término inglés ˝cheesecake˝ (literalmente "pastel de queso") es un sinónimo de pin-up. El uso más antiguo del término cheesecake con este significado está documentado en el año 1934, pero se popularizó unos 20 años más tarde, con la frase (refiriéndose a una mujer guapa) ˝better than a cheesecake˝ (mejor que un pastel de queso). Su equivalente masculino son los beefcake (pastel de carne).

En general, las imágenes de pin-up no fueron consideradas pornográficas, y, en la actualidad, (principios de siglo XXI), sólo son censuradas en algunos países, en su mayoría, integristas islámicos. En algunos países donde la mayoría de la población es musulmana, las fotografías de pin-up figuran en la última página de los periódicos, en lugar de en la primera, para que no estén a la vista de los transeuntes cuando están expuestos para su venta, por considerarlo más conforme con la moral, usos y costumbres locales.


Linda Darnell

Algunos dibujantes de pin-up

1850 – 1930 [editar]

1930 – 1970 [editar]

1970 – 2000 [editar]


Aqui no podia faltar la mencion de mi dibujo mas preciado de este campo; Jessica Rabbit, la cual influenció a miles de pintores para crear posteriormente a sus musas "pin-up". Este dibujo animado creado por los dibujantes de Disney, desmarco a toda musa hace poco con una encuenta Britanica, en la cual quedo en primer puesto dejando a Betty Boop en el segundo. Una pena sinceramente que no haya tanto merchandising de Jessica Rabbit como el que hay de Betty Boop.


lunes, 11 de mayo de 2009

Elisabeth Bathory, la condesa sangrienta...

De esta mujer lo se todo, todo, pero para ponerlo detallado y demas pongo todo lo que pone en la Wikipedia, porque es una diosa muajajajajajajajajaja, la figurita de arriba la tengo, mi tesoroooo que algunos perdieron muajajajajajajaa

Elizabeth Báthory, la historia

Gabriella Erzsébet o Alžbeta (elizabeth) Báthory-Nádasdy de Ecsed nace en una de las familias más antiguas y adineradas de Transilvania (Erdély en húngaro). Su nombre ha sido traducido también por Elízabeth. Fue hija que nació de un matrimonio consanguíneo, su madre Anna Báthory casó en terceras nupcias con su primo el Barón Jirî o György Báthory de Ecsed, teniendo durante el matrimonio 4 hijos, Erzsébet hermana de István Báthory (1533-1586), Gran Príncipe (Fejedelem) de Transilvania y rey de Polonia entre 1575 y 1586 y dos hijas más, Sofía y Karla Báthory. Entre sus familiares se encuentran personajes poderosos (un cardenal, varios príncipes y su primo Zsigmond Báthory que fue Gran Príncipe de Transilvania, mediante su matrimonio con la princesa María Cristina de Habsburgo). Pasó su infancia en el castillo de los Ecsed (actualmente conocido como castillo de Čachtice o Csejte, su nombre húngaro). Se dice que a los 4 ó 5 años de edad la pequeña Erzsébet sufrió de violentos ataques: puede que padeciera epilepsia o alguna otra enfermedad neurológica; en todo caso, remitieron cuando aún era pequeña.

Como era corriente en la época, a los once años fue prometida al Conde Ferenc Nádasdy de Nádasd y Fogarasföld, quien le doblaba la edad. Un año después, la enviaron a vivir en el castillo de los Nádasdy, para que fuera conociendo a su nueva familia. Nunca hizo buenas amigas con su suegra, Úrsula, matriarca del clan; al parecer, la joven Báthory hacía valer el rango superior de su apellido con una frecuencia que la enojaba.

A los trece años quedó embarazada de uno de sus sirvientes. El muchacho fue castrado y arrojado a los perros, y Erzsébet enviada a otro remoto castillo familiar para que pariera. Se hizo desaparecer al bebé.

A diferencia de la mayoría de mujeres (y hombres) de su tiempo, Erzsébet había recibido una buena educación y su cultura sobrepasaba a la de la mayoría de los hombres de entonces. Era excepcional, "hablaba perfectamente el húngaro, el latín y el alemán, mientras que la mayoría de los nobles húngaros no sabían ni deletrear ni escribir [...] hasta el Príncipe de Transilvania era prácticamente analfabeto". Cada detalle de su vida nos muestra a una persona muy inteligente, en total control de sus facultades mentales.


Retrato de la época de Erzsébet Báthory.

A los quince años, en 1575, se casó con Ferenc, que entonces contaba 26 años de edad. La ceremonia tuvo lugar con gran lujo en el castillo de Varannó (su nombre eslovaco es Vranov nad Toplou); incluso se invitó al emperador Maximiliano II, que no pudo acudir. Fue Ferenc quien adoptó el apellido de soltera de su esposa, mucho más ilustre que el suyo. Se fueron a vivir al castillo de Čachtice, en compañía de su suegra Úrsula y otros miembros de la casa. El joven conde no pasaba mucho tiempo por allí: la mayor parte del tiempo estaba combatiendo en alguna de las muchas guerras de la zona (empalando a sus enemigos sin compasión), lo que le mereció el apodo de "Caballero Negro de Hungría". Existe registro epistolar de cómo Ferenc y Erzsébet intercambiaban información sobre las maneras más apropiadas de castigar a sus sirvientes, esto era normal entre los nobles de la época. Las posesiones de esta pareja de nobles húngaros eran enormes, y se requería además un férreo control sobre la población local, de origen húngaro, rumano y eslovaco.

Ferenc y Erzsébet apenas se veían debido a las actividades guerreras del primero, así que no fue hasta 1585, diez años después de su matrimonio, que la condesa tuvo a su primera hija, Ana, y en los nueve años siguientes dio también a luz a Úrsula y Katrynna. Finalmente, en 1598, alumbró a su único hijo varón, Pál.

En la gélida mañana del 4 de enero de 1604, el Caballero Negro de Hungría murió de súbita enfermedad durante una de sus batallas y dejó viuda a Erzsébet, que contaba con 44 años. Es aquí cuando comienzan sus supuestos crímenes. Para empezar, despidió a su muy odiada suegra del castillo, junto con el resto de la parentela Nádasdy; las muchachas a las que ésta protegía en esos momentos fueron llevadas a los sótanos y allí recibieron por fin los castigos que, en opinión de Erzsébet, se merecían.

Esto dejó a Erzsébet en una situación peculiar. Señora feudal de un importante condado de Transilvania, metida en todas las intrigas políticas de aquellos tiempos convulsos, pero sin ejército con que proteger su poderío. Por la misma época, su hermano Gábor se convirtió en Príncipe de Transilvania, con el apoyo económico de la riquísima Erzsébet. Gábor se metió pronto en una guerra con los alemanes; por complejas razones políticas, esto la ponía en peligro de ser acusada de traición por el Rey Mátyás II de Hungría -quien probablemente ambicionaba sus extensos dominios-. Viuda como era, se vio más vulnerable y aislada que nunca.

Es por esta época que empiezan a escucharse rumores de que algo muy siniestro ocurre en el castillo de Čachtice. A través de un pastor protestante local, llegan historias de que la condesa practica la brujería (explícitamente, la magia roja) y para ello utiliza la sangre de muchachas jóvenes -una típica acusación muy popular en la época, similar a las que se realizaban contra los judíos y disidentes-. Es curioso observar el paralelismo con Juana de Arco, acusada igualmente de brujería cuando su poder político se consideró peligroso para el sistema establecido. Mátyás ordena a un primo de Erzsébet enemistado con ella, el conde György Thurzó, que tome el lugar con sus soldados y realice una investigación. Dado que la señora de Báthory carecía de fuerza militar propia, no hubo resistencia.

Según la investigación del conde Thurzó, hallaron en el castillo numerosas muchachas torturadas en distintos estados de desangrado, y un montón de cadáveres por los alrededores. En 1612 se inició un juicio en Bitcse (Bytča en eslovaco). Erzsébet se negó a declararse inocente o culpable, y no compareció, acogiéndose a sus derechos nobiliarios. Quienes sí lo hicieron, por la fuerza, fueron sus colaboradores. János Ujváry, el mayordomo, testificó que en su presencia se habían asesinado como mínimo a 37 "mujeres solteras" de entre once y veintiséis años; a seis de ellas las había reclutado él personalmente para trabajar en el castillo. La acusación se concentró en los asesinatos de jóvenes nobles, pues los de las siervas carecían de importancia. En la sentencia todos fueron declarados culpables, unos de brujería, otros de asesinato y los demás de cooperación.

Todos los seguidores de Erzsébet, excepto las brujas, fueron decapitados y sus cadáveres quemados; éste fue el destino de su colaborador Ficzkó. A las brujas Dorottya, Ilona y Piroska les arrancaron los dedos con tenazas al rojo vivo "por haberlos empapado en sangre de cristianos" y las quemaron vivas. Erzsi Majorova, una burguesa de la zona acusada de cooperación, también fue ejecutada. , Katryna que con catorce años era la más joven de las ayudantes de Erzsébet, salvó la vida por petición expresa de una superviviente, aunque recibió cien latigazos en el cuerpo.

Pero la ley impedía que Erzsébet, una noble, fuese procesada. Fue encerrada en su castillo. Tras introducirla en su mazmorra, los albañiles sellaron puertas y ventanas, dejando tan sólo un pequeño orificio para pasar la comida. Finalmente el rey Mátyás II pidió su cabeza por las jóvenes aristócratas que supuestamente habían muerto a sus manos, pero su primo el Gran Príncipe de Transilvania le convenció para que retrasara el cumplimiento de la sentencia de por vida. Así es que la condenaron a cadena perpetua en confinamiento solitario. Esta pena implicaba también la confiscación de todas sus propiedades, lo que Mátyás venía ambicionando desde tiempo atrás.

El 31 de julio de 1614 Erzsébet, de 54 años, dictó testamento y últimas voluntades a dos sacerdotes de la catedral del arzobispado de Esztergom. Ordenó que lo que quedaba de las posesiones familiares fuese dividido entre sus hijos.

El 21 de agosto de 1614, uno de los carceleros la vio caída en el suelo, boca abajo. La Condesa Erzsébet Báthory estaba muerta después de haber pasado cuatro largos años emparedada, sin ni siquiera ver la luz del sol. Pretendieron enterrarla en la iglesia de Čachtice, pero los habitantes locales decidieron que era una aberración que la "Señora Infame" fuera enterrada en el pueblo, y además en tierra sagrada. Finalmente, y como era "uno de los últimos descendientes de la línea Ecsed de la familia Báthory" la llevaron a enterrar al pueblo de Ecsed, en el noreste de Hungría, el lugar de procedencia de la poderosa familia. Todos sus documentos fueron sellados durante más de un siglo, y se prohibió hablar de ella en todo el país.

Dos años después, las hijas y el hijo de Erzsébet fueron finalmente acusados de traición por el apoyo de su madre a la guerra contra los alemanes; Anna Báthory, una prima de la condesa, llegó a sufrir tortura por este motivo en 1618, cuando contaba 24 años, pero sobrevivió. Finalmente la mayor parte de la familia Báthory-Nádasdy huyó a Polonia; algunos retornaron después de 1640. Un nieto sería ejecutado en 1671 por oponerse al Emperador Alemán. En la Hungría contemporánea, Erzsébet Báthory está rehabilitada [cita requerida]y - al igual que Juana de Arco- muchos [cita requerida]la consideran heroína nacional.

Los Archivos Nacionales de Hungría conservan abundante documentación sobre ella, particularmente cartas personales y actas del juicio. Sin embargo, sus míticos diarios, al igual que su retrato original, se hallan en paradero desconocido.

Elizabeth Báthory, la leyenda


Imagen de las ruínas del Castillo de Čachtice al anochecer, lugar en donde Erzsébet Báthory supuestamente cometió sus crímenes, permaneció presa y falleció.

Según la leyenda, Erzsébet Báthory fue una cruel asesina en serie obsesionada por la belleza, que utilizaba la sangre de sus jóvenes sirvientas y pupilas para mantenerse joven en una época en que una mujer de 44 años se acercaba peligrosamente a la ancianidad. La leyenda cuenta que Erzsébet vio a su paso por un pueblo a una anciana decrépita y se burló de ella. La anciana ante su burla la maldijo diciéndole que ella también estaría como una vieja en poco tiempo.

Según el testimonio del conde György Thurzó (primo y enemigo de Erzsébet, nombrado investigador general por el Rey) cuando su hueste llegó al castillo el 30 de diciembre de 1610 no halló oposición, ni a nadie para recibirles. Lo primero que vieron fue a una sirviente en el cepo del patio, en estado agónico debido a una paliza que le había fracturado todos los huesos de la cadera. Esto era práctica corriente y no les llamó la atención, pero al acceder al interior se encontraron a una chica desangrada en el salón, y otra que aún estaba viva aunque le habían agujereado el cuerpo. En la mazmorra encontraron a una docena que todavía respiraba, algunas de las cuales habían sido perforadas y cortadas en varias ocasiones a lo largo de las últimas semanas. De debajo del castillo exhumaron los cuerpos de 50 muchachas más. Y el diario de Erzsébet contaba día por día sus víctimas, con todo lujo de detalles, hasta sumar un total de 612 jóvenes torturadas y asesinadas. Por todas partes había toneles de ceniza y serrín, usados para recoger la sangre que se vertía tan pródigamente en aquel lugar. Debido a esto, todo el castillo estaba cubierto de manchas oscuras y despedía un tenue olor a podredumbre. Se decía que mientras su esposo estaba fuera, ella mantenía relaciones sexuales con sirvientes de ambos sexos, y se rumoraba que cuando tenía sexo con chicas no era raro que las mordiese salvajemente.

Todo empezó en 1604, poco después de la muerte de su marido. Una de sus sirvientas adolescentes le dio un involuntario tirón de pelos mientras la estaba peinando. Al principio tuvo mucha suerte: la condesa reaccionó reventándole la nariz de un fuerte bofetón (cuando lo normal entre la nobleza de la época habría sido sacarla al patio para recibir cien bastonazos). Pero cuando la sangre salpicó la piel de Erzsébet, a ésta le pareció que allá donde había caído desaparecían las arrugas y su piel recuperaba la lozanía juvenil. La condesa, fascinada pensó que había encontrado la solución a la vejez, y siempre podría conservarse bella y joven. Todas las leyendas sobre canibalismo aseguran igualmente que la sangre humana prolonga la juventud. Tras consultar a sus brujas y alquimistas, y con la ayuda del mayordomo Thorko y la corpulenta Dorottya, desnudaron a la muchacha, le hicieron un profundo corte en el cuello y llenaron un barreño con su sangre. Erzsébet se bañó en la sangre, o al menos se embadurnó con ella todo el cuerpo, y probablemente la bebió, para recuperar la juventud.

Entre 1604 y 1610, los agentes de Erzsébet se dedicaron a proveerla de jóvenes entre 9 y 26 años para sus rituales sangrientos. En un intento de mantener las apariencias, habría convencido al pastor protestante local para que sus víctimas tuviesen entierros cristianos respetables. Cuando la cifra comenzó a subir, éste comenzó a manifestar sus dudas: morían demasiadas chicas por "causas misteriosas y desconocidas". Así es que ella le amenazó para que callase y comenzó a enterrar en secreto los cuerpos desangrados. Ésta es, al menos, la versión de este pastor, que fue quien la denunció "oficialmente" al Rey Mátyás a través de la curia clerical.

Más adelante, en la época en la que los errores de Gábor la pusieron en una situación política delicadísima, tomó la costumbre de quemar los genitales a algunas sirvientas con velas, carbones y hierros por pura diversión. También generalizó su práctica de beber la sangre directamente mediante mordiscos en las mejillas, los hombros o los pechos. Para estas cuestiones privadas se apoyaba en la fuerza física de Dorottya Szentes, que aunque ya mayor, seguía siendo muy capaz de inmovilizar a cualquier joven en la posición requerida. Esto ocurrió mientras estuvo en Viena.

En 1609 Erzsébet, por la falta de sirvientas en la zona como consecuencia de tantos crímenes, cometió el error que acabaría con ella: utilizando sus contactos, comenzó a tomar a niñas y adolescentes de buena familia para educarlas. Algunas de ellas comenzaron a morirse pronto por las mismas "causas misteriosas y desconocidas". Esto no era raro en aquella época, con sus elevadísimas tasas de mortalidad infantil y juvenil, pero en el "internado" de Čachtice el número de fallecimientos era demasiado alto. Ahora las víctimas eran hijas de la aristocracia menor, por lo que sus muertes eran consideradas importantes. La bruja Darvulia le habría prevenido que nunca tomara nobles, pero esta anciana había fallecido algún tiempo atrás. Fue su amiga Erszi Majorova, viuda de un rico granjero que vivía en la cercana localidad de Milova, quien convenció a la condesa de que no pasaría nada.

Hacia el final, muchos cuerpos se ocultaron en lugares peligrosamente insensatos, como campos cercanos, silos de grano, el río que corría bajo el castillo, el jardín de verduras de la cocina... Finalmente, una de las víctimas logró escapar antes de que la matasen e informó a las autoridades religiosas. Esto era algo que había ocurrido varias veces en el pasado, con sirvientas; por ejemplo, en el otoño de 1609...

"...una joven de doce años llamada Pola logró escapar del castillo de algún modo y buscó ayuda en una villa cercana. Pero Dorka y Helena Jo se enteraron de dónde estaba por los alguaciles, y tomándola por sorpresa en el ayuntamiento, se la llevaron de vuelta al Castillo de Cachtice por la fuerza, escondida en un carro de harina. Vestida sólo con una larga túnica blanca, la condesa Erzsébet le dio la bienvenida de vuelta al hogar con amabilidad, pero llamaradas de furia salían de sus ojos; la pobre ni se imaginaba lo que le esperaba. Con la ayuda de Piroska, Ficzko y Helena Jo, arrancó las ropas de la doceañera y la metieron en una especie de jaula. Esta particular jaula estaba construida como una esfera, demasiado estrecha para sentarse y demasiado baja para estar de pie. Por su [cara] interior, estaba forrada de cuchillas del tamaño de un dedo pulgar. Una vez la muchacha estuvo en el interior, levantaron bruscamente la jaula con la ayuda de una polea. Pola intentó evitar cortarse con las cuchillas, pero Ficzko manipulaba las cuerdas de tal modo que la jaula se balancease de lado a lado, mientras que desde abajo Piroska la punzaba con un largo pincho para que se retorciera de dolor. Un testigo afirmó que Piroska y Ficzko se dieron al trato carnal durante la noche, acostados sobre las cuerdas, para obtener un malsano placer del tormento que con cada movimiento padecía la desdichada. El tormento terminó al día siguiente, cuando las carnes de Pola estuvieron despedazadas por el suelo".

Esta descripción tiene su parecido con otro artilugio de tortura utilizado por Báthory, llamado Doncella de hierro, la cual era una especie de sarcófago que reflejaba la silueta de una mujer y que por dentro tenía afilados pinchos. Este artilugio se abría para introducir a la víctima y luego encerrarla para que los pinchos se le incrustaran en su cuerpo.

Es imposible saber, hoy en día, qué sucedió realmente. Desde el punto de vista psiquiátrico, Erzsébet Báthory sería una anomalía que se sale del patrón común a todos los asesinos en serie conocidos. En la época era común castigar cruelmente a siervos y pupilos, y ejecutar incluso a pequeños delincuentes de las maneras más espantosas. Puede que Erzsébet fuera inocente, y sólo se comportara como una noble más de su época. Quizás fuera sádica, y en consecuencia se aplicara especialmente a la hora de imponer disciplina, o incluso obligara a sus sirvientas a tomar parte en prácticas sadomasoquistas más o menos extremas; de nuevo, ninguna novedad para la nobleza de su tiempo, cuya impunidad y poder legal les permitía tratar a la servidumbre como quisieran. O quizás fue realmente una torturadora y asesina en serie amparada en su status, que sólo se perdió cuando por falta de nuevas víctimas entre la plebe recurrió a las hijas de la nobleza menor que formaba.

viernes, 8 de mayo de 2009

Alicia en el pais de las maravillas ^^

Alicia en el Pais de las Maravillas una obra maestra creada por Lewis Carroll, el cual era matematico, escritor y sacerdote anglicano. A esta obra se le atribuyen referencias al mundo real, ya que la obra es un autentico caos y una pesadilla infernal, referencias de las costumbres inglesas, la hora del té por ejemplo. Alicia en el pais de las maravillas es una obra que tambien satirea a los amigos del escritor y habla de temas politicos de la epoca los cuales se ven muy reflejados en la Reina de corazones.

A mi personalmente es una obra, que tanto el libro, como la pelicula de Disney, como las demas adaptaciones, me fascina, un mundo lleno de subrealismo y paranoia el cual agobia en muchas situaciones.

Mi personaje favorito es, obviamente, el gato Chesire, el cual juega un papel filosofico y de conciencia, haciendo que Alicia se pare a pensar en muchas situaciones, y tambien creando la discordia entre los demas para ayudar a esta. C arrol se inspiro en esculturas, gatos de la calle y en un molde de queso, este desempeño el papel de la inspiracion de la sonrisa, la cual todos tenemos en mente y conocemos.

Muchos han ilustrado escenas de esta obra, aqui muestro algunas ilustraciones:










miércoles, 6 de mayo de 2009

Maria Carrasco (Malagueña ^^)



La Princesita es el ater ego de María Carrasco, una malagueña nacida en 1983, que, marcada por los cuentos que su madre se inventaba para ella y sus hermanas, decidió un día ser princesa, y crear a su alrededor un mundo a su medida. Puede ser que al principio solo estuviera en su cabeza, pero poco a poco consiguió que un día fuera un mundo para todo aquel que tuviera ojos para verlo, un mundo donde las chicas tienen curvas, donde el color es fundamental, donde ellas llevan las riendas a la par que los zapatos mas bonitos.
http://princesitastyle.com


domingo, 3 de mayo de 2009

Tara McPherson (imágenes)







Tara McPherson

Tara McPherson es una artista americana nacida en 1976, criada en Los Ángeles y afincada en Nueva York. Pintora, ilustradora freelance, artista de carteles, y dibujante de cómics, esta artista nos trae unas ilustraciones de línea cuidadosa y precioso color. Un motivo recurrente de en su trabajo es una persona con un estilizado agujero en forma de corazón en el pecho en lugar de un corazón real. Cierta popularidad le ha llevado a comercializar todo tipo de merchandising relativo a sus personajes, al margen de su trabajo editorial. Entre encargos para Sony, Toyota, Nike, Play Station 2 y otras primeras marcas, trabaja habitualmente para Vértigo (DC Comics), publicidad e ilustraciones para Fanta, Spin Magacine y numerosos carteles para conciertos de bandas de rock como Green Day, Beck, Modest Mouse, Isis, High on Fire, y Death Cab for Cutie. Su obra ha sido exhibida en galerías por todo el mundo. Su arte aparece en multitud de revistas como Juxtapoz, Esquire, Bust, Magnet, Elle, Marie Claire, Magnet, Spin, Current TV, CBC Radio, Super7 entre otros muchas y su arte ha sido utilizado en los premios de los Oscar en la película ganadora Juno, así como en series como Veronica Mars, Point Pleasant, y Guitar Hero. Con un estilo aparentemente inocente, las ilustraciones de Tara están cargadas de simbología ácida y en cierta manera algo oscura, pero de gran belleza. Tara es una mujer vigorosa como podéis ver en las fotos de su web, con un cuerpo cubierto de una buena dosis de tatuajes.